Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

jueves, 30 de diciembre de 2010

¿SOMOS UNA GENERACIÓN PERDIDA?

Hipoteca de sangre

A mi generación

Acuciados por las facturas,
hipotecamos la luz de las mañanas,
iluminándonos con  luz otoñal de bajo consumo

-por si los ecologistas.

No conformes los acreedores,
avalamos con el ángel de la guarda de nuestros padres

-por aquello del sueldo fijo.

Aún así, sabemos que no todos saldaremos las deudas,
por eso vamos renunciando a ser:

hijos,
padres,
espíritus,
santos.

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