Disfruten la foto que pondré pocas así |
Hoy me han dicho que al buscar mi blog en Google aparece un enlace a una página porno. Me extrañé, siempre pensé que mi blog estaba muy alejado de eso, pero por lo visto no. ¡¡Pero cómo ninguna buena crítica me ha dicho que le ponía mi blog!! ¡Qué desconsideración!
Por lo visto alguien (o algo) ha decidido que mi blog entra dentro de eso que llaman “pornografía”. Lo siento por los ansiosos buscadores de satisfacción instantánea, se sentirán muy decepcionados a ver su contenido: que si poemitas de amor, que si musiquitas bucólicas, que si artículos de opinión y algunos relatos alejados de lo que se podría denominar “cuentos eróticos”; ¿Quizás la vulva del relato línea 33 pueda ser la culpable?, pobrecilla si la hizo un niño y era de plástico, ¡por Dios! ¡No puede ser, adónde hemos llegado!
Me dio por pensar por qué esta paginilla (hecha con papel de fumar) de una mónada subversiva como yo, ha tenido el honor de ser situada en el demandado mundo porno-virtual (bueno, perdonen ustedes creo que he incurrido en una tautología). Entonces, pensé: ¿quizás pueda ser mi espaldarazo definitivo a la fama global? Pero no, no me veo yo haciendo relatos tan explícitos, créanme no me salen, en el fondo soy un sentimental, solamente un niño con teclas en los dedos.
¡Pero qué miembros, qué orgasmos, qué fotos, qué curvas, qué miembros se han colado en mi blog sin yo saberlo! No logro dar con el ingrediente pornográfico de mis contenidos, no sé en qué se ha fijado eso o ese que todo lo enlaza en un symploké universal (se nota que he estudiado Filosofía, eh! También sé otras muchas) Pues lo dicho, no sé qué mente o byte complejo o simple ha decidido que algo de lo que yo escribo puede llegar a excitar un cuerpo femenino o masculino (el más fácil de excitar) en sus búsquedas desenfrenadas por aplacar sus pulsiones más íntimas por la Red. Yo, lo único a lo que aspiro es a aplacar las mías -bastante hago, ¡como para saciar la de los demás! -.Pues aquí queda el manifiesto de la mónada subversiva; y para darles más razones a lo que o a quien eligió este inocente blog, aquí le dejo estas palabras para asegurarme más un lugar en su cielo: sexo, picha, coño y demiurgo (ésta por si hay algún estudiante de filosofía necesitado, entre los presentes).
Muchas gracias a todos.
La mónada insurgente atónita.