Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

viernes, 18 de noviembre de 2011

ARTÍCULO: CAMAS Y LECHOS


Hace poco lei en el libro de J.A. Marina, El laberinto sentimental, una frase que me llamó la atención, decía algo así: si no se hubiera enterado que había personas que se enamoraban, él jamás lo hubiera hecho. Curioso. Esta reflexión me llevó a otra que había escuchado por boca de A.Valcárcel en una de sus sugerentes clases, ella decía que el amor era un valor refugio -como el oro- cuando el mundo supone una amenaza para el individuo. Ahora que está de moda hablar de todo en términos económicos y que estamos asediados por la incertidumbre quizá nos sea incluso más fácil comprenderlo. Antes de proseguir me voy por otro café, si me esperáis sigo dándole vueltas a esto. Ya estoy, parece que el humo de un café ayuda a la reflexión.

Según algunas noticias las parejas se separan menos en momentos de crisis. Parece que a la hora de dar el paso e ir cada uno por su lado cuentan mucho los números. Por lo que veo, tenemos un amor hipotecado también, no sólo el piso donde las antaño felices parejas convivían armónicamente -o simplemente convivían. Tal es el caso que algunas de ellas después de darse el “sí vendo” el piso, comparten el idem hasta que éste decide “irse” con otra pareja bien avenida. Durante ese periodo la pareja rota -no del todo-, llega a compartir cama (por falta de otro colchón), que no lecho, y realiza todas las prácticas habituales que venía haciendo cuando eran pareja de dos. La diferencia reside en que, como un buen hijo, la una a la otra se llaman cada vez que deciden no compartir cama pero sí compartir lecho con otro. No sé si ahora quien necesita un café sois vosotros, yo voy servido. Continúo.

Bueno, no hay duda de que todos nos hemos enterado de eso que se llama amor y que quizás por afán consumista, o simplemente por aquello que se dice “culo veo, culo quiero” acabamos probando el sabor de una hipoteca amorosa sea del tipo que sea. No sé si es un valor refugio o hay que tener valor para refugiarse en ciertos amores, el caso es que no hay nada como la caricia dada si es con amor desinteresado, ni mayor fortuna que se interesen de verdad en ti cuando el mundo parece una ruina.

6 comentarios:

  1. mucho valor hay q tener para ser sinceros con nosotros mismos e intentar dar a cada "amor" su nombre y salir al mundo a tomarse el café solo...eso pienso yo q en ocasiones me he sentido refugio antinuclear y otras necesité creer q me arropaban aunq sólo fuese por un rato.
    Celebro tu vuelta y te deseo "fortuna" C.

    ResponderEliminar
  2. qué alegría "verte" de nuevo!!!
    :)muaaaaaa
    Sara

    ResponderEliminar
  3. A mi me encanta leerte de nuevo..Besos

    ResponderEliminar
  4. entre sábanas anda el juego, porque no podemos olvidar que entre el lecho y el colchón el dulce tacto de las sábanas nos hace sentir las caricias que deseamos de los dedos anhelados...

    ResponderEliminar
  5. Todo colchón aspira a ser un lecho, aunque se quede en cama, que no es poco..

    ResponderEliminar