Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

viernes, 4 de febrero de 2011

ARTICUENTO: SERES SIN ROSTRO

Hoy he visitado New York, Barcelona, Berlín, Viena, Santander y Oviedo. Todo en una tarde. La tecnología no me permite pasar físicamente de una ciudad a otra en cuestión de segundos -quizás algún día-. Yo, por ahora, lo he hecho virtualmente con Google Street View. He sobrevolado las ciudades, me he perdido por sus calles y he visto pararse el tiempo en ellas. He visto un mundo de personas con el rostro sombreado. He visto edificios en construcción que ahora estarán levantados. He visto coches de bomberos en servicio de urgencia, hacia un peligro que ahora es otro. He visto personas enamoradas que ahora se odian y otras que no se conocían y que ahora se aman. Muy probablemente he visto algún delincuente antes del atraco y algún asesino en busca de su víctima. Y seguro que he visto personas que ahora ya están muertas, pero que su figura aún reside en un mundo sin rostros.
Alguien se ha podido resistir a buscarse para intentar verse a sí mismo, o por lo menos a ir al lugar donde vive y preguntarse si en ese justo momento estaba allí y qué estaría haciendo. Yo no, yo no he podido. He intentado asomarme por la ventana de mi ático,  y me he imaginado que abría la puerta del portal que subía por las escaleras y que abría la misma puerta de la casa que ahora mismo habito, pero no me atreví a ir más allá. Porque si fuera así, yo mismo me abriría la puerta, pero ése que me busca tendría el rostro borrado –como tienen todos los que aparecen en Google Street View -  y cuando me mirara por la mirilla pensaría que era un efecto de la propia mirilla y no abriría a ése que no logro reconocer, por si fuera un ladrón, un asesino o una exnovia despechada.
Por eso no me atreví a ir más allá del portal, levanté el dedo del ratón como si tras la puerta de mi casa me esperara una pistola cargada y me di media vuelta al mundo, a una velocidad que ni la de los aviones de combate. En unos segundos flotaba por encima del Mediterráneo.
¿Nunca nadie  ha pensado que vivimos en un   Google Street View paralelo y que la única diferencia es que tenemos el rostro definido y que alguien a pulsado el play?
Tengan cuidado a quien abren la puerta, quizás pueden ser ustedes mismos buscados por un ser sin rostro que responde a su mismo nombre.

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