Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

jueves, 16 de diciembre de 2010

El principio de Peter y Galileo Galilei

Dice el principio de Peter que todo ser humano tiende a ascender hasta llegar al nivel de su incompetencia. Eso afirman el Dr. Laurence J. Peter, autor junto con Raymond Hull de este libro, y eso que entonces no habían conocido al insigne Primer ministro de la República Italiana, más conocido como  Il cavaliere. Estos días la oposición había presentado contra él, varias mociones de censura, tanto en el senado como en el parlamento. En el senado, las cosas estaban aseguradas, su partido tenía mayoría, pero el parlamento era harina de otro costal, allí tenía cierta desventaja lo que exigía juego subterráneo, y en esos niveles Berlusconi es un maestro. Diversos grupos sociales contrarios a Berlusconi se temían un último regate político y tomaron las calles de Roma esperando los resultados. Efectivamente, lo tenía todo atado y bien atado, el primer ministro se mantenía en el poder gracias a los votos de Massino Calearo, diputado tránsfuga del Partido Democrático (PD), y de dos diputadas del movimiento Futuro y Libertad para Italia (FLI) que traicionaron así a su líder, Fini. Lo más escandaloso vino después cuando se conocieron los motivos de estos diputados para que dieran su voto favorable: uno de ellos logró que le pagasen la reforma de su vivienda, otro que le liquidaran la hipoteca y a otro directamente le ofrecieron medio millón de euros. Las calles de Roma ardían, aún si conocer la letra pequeña de este trueque político. Pero ésta es la última de muchas de este presidente de comic: sus filtreos con la mafia, sus casos abiertos con la justicia, sus escándalos sexuales, etc, etc. ¿Qué ocurre en Italia para que un personaje así esté al mando? Muchos nos hacemos esa pregunta sin saber muy bien dar repuesta, aunque sí sabemos que un país avanzado como Italia no debería permitirlo. En el caso de la huelga salvaje de controladores aéreos en España todos dijimos que dañó  la imagen de nuestro país, no quiero pensar hasta qué extremo  un presidente como Berlusconi daña, día a día, la imagen de Italia -sin poder tener el consuelo de militarizarlo. ¿No son capaces de verlo los italianos? Su nivel de incompetencia es cada vez mayor, su afán por permanecer en el poder a costa de la imagen y “materia” de su país es inaudita, parece desear que el imperio caiga con él.
Esta situación me hace pensar en Europa, porque Italia es uno de los países más relevantes de la Unión, y contemplar cómo un gobernante así está al frente de una potencia europea daña la imagen de toda Europa –si seguimos hablando de imagen.
En conclusión, se podría pensar que, aunque todos sepamos de la incompetencia de un político, siempre ese político podrá sorprendernos con más incompetencia. Podríamos extraer otra conclusión: la incompetencia hace mantenerte en el poder. El propio principio de Peter habla de ello, de cómo unos gobernantes incompetentes se mantienen sostenidos por grupos competentes. Quizás podamos deducir de ello que la administración italiana es tremendamente eficiente, puede ser, pero lo dudo; habrá que pensar más bien en el trabajo de  los propios italianos. O simplemente que la política es un juego de incompetentes –wikileaks ayuda a confirmarlo- que hemos perdido la fe en que algo se reforme, que pensamos que las cosas van y nadie las gobierna. O a caso alguien pensaba que los políticos gobiernan, esa es una ilusión que debemos perder. Ellos giran con sus fuerzas gravitatorias alrededor de cuerpos celestes y celestiales que les arrullan con trajes o dinero, mujeres u hombres, adosados o fincas, viajes físicos o mentales… Todo tiene un orden, todos saben cómo patrullar por esas vías lácteas de la cosa pública  a ver si cae algo del cielo o del contratista. Ellos revolotean, pululan aunque nos digan que la cosa está muy parada, que no sale nada, que esperemos; pero ellos saben robarle las estelas a los cometas si se descuidan.
Lo dicho, la cosa está muy parada…Eppur si muove

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