Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

lunes, 11 de noviembre de 2013

ROMA: VENI,VIDI,EMIT

No he visto a la Hepburt o a Gregory Peck recorrer con su moto las calles de Roma. Probablemente haya pasado por los mismos lugares que ellos y contemplado los mismos monumentos que ellos vieron. Roma sigue igual, o no... Ante mí una ciudad monumental sin monumentos indemnes, una ciudad capitalina salpicada de chóferes aburridos de burócratas inútiles, una ciudad viviendo de un pasado imperial, magnificente, faro del mundo que ahora está repleta de falsificaciones hechas en China, vendidas por indios o pakistanís. Apenas vi Romanos, sobre todo turistas y vendedores ambulantes que te ofrecen todo tipo de objetos llegados del lejano oriente: imanes, pulseras, pañuelos, juguetes tóxicos... todo lo que no necesitas lo tienes al alcance de tu mano. 
Cuando llegas a Roma debes: tirar dos monedas en ............., meter la mano en la boca de..........., pasearte por las gradas del .................., bajar las escalera de la plaza de..............., comerte un................ y una.....................
A que es fácil rellenar los huecos, quizá no es tan fácil dotar de sentido a esos gestos. Da igual, por muy estúpidos que sean lo llevamos haciendo todos desde hace siglos y no hacerlo podría ser considerado  un pecado. Como parte de esa tribu de bárbaros llamados turistas  he hecho (casi todo) lo que se espera de mi condición de barbarus turistis pro consumus, que en oleadas llega a Roma a gastar los sestercios de tierras lejanas. No he escatimado en comer lo tópico, en pasear por los lugares típicos y comprar los objetos innecesarios y, cómo no, hacer las fotos oportunas para que nadie dude de mi paso por Roma. Veni, Vidi, Emit (Vine, vi y compré)

No hay comentarios:

Publicar un comentario