Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

sábado, 17 de septiembre de 2011

POESÍA: MANODISTANCIA



Esa manodistancia con la que cambias
de canal amoroso:
De una alegría a un desengaño.
De un te extraño a un no quiero verte.
De un noticiario a un no te hago caso.

Todo con ese manodistancia al que me sometes
a diario.
Por muy cerca que estés,
por muy próxima que te halles,
por muy doméstica que parezcas.
Siempre usas esa manodistancia que hace de tu
ternura una retransmisión vía satélite.
Que hace de tus manos una imagen en punto de nieve.

En ocasiones, cuando golpeas mi cuerpo
contra el tuyo con la aparente necesidad
de encenderlo,
como si mi cuerpo y mi ánimo no pudieran
sentirse abatido ni apagado, 
y  me pulsas insistentemente sobre mi beso
hasta hundir tu beso en mis labios…

En ese momento…

Yo me vuelvo borroso como tus promesas,
y me resintonizas manualmente sin distancias,
pero sin preguntarte si realmente mis pilas
están vacías, si no tienen nada.

4 comentarios:

  1. En la vida, como en la manodistancia
    a veces consiste en tocar el botón adecuado
    y el espéctaculo está servido

    ResponderEliminar
  2. Exacto! pero nunca en hundir el botón..Saludos

    ResponderEliminar
  3. creo que todos nos hemos sentido alguna vez o varias así...como si nos manipularan cuando en realidad nos dejamos pero aqui la clave esta en el grado de enamoramiento que tenga cada uno y por tanto de "poder" sobre el otro...y luego lo curioso es que lo vuelves a vivir y es al contrario....

    ResponderEliminar
  4. La manodistancia es una constante en las relaciones. Es cierto todos la hemos sentido alguna vez, dándonos cuenta o no, dejando que la la distancia no sólo fuera mano sino apoderándose de todas las partes. Un arbazo

    ResponderEliminar