
A mitad de concierto, pronunció unas palabras en italiano para agradecer la acogida y mostrar su alegría por volver a Málaga. Alguien me dijo, a mi lado, que su voz era serena y tranquila como su música. Después cumplió con su repertorio, sin pararse en Lontano (¡cuánto la eché de menos!).
Ludovico Einaudi finalizó su concierto a eso de las 22:30. Después de que el teatro le aplaudiera en pie, hizo un solo bis que sirvió para devolvermos a un silencio interior que jamás olvidaré.
Esto se avisa Don Antonio. Besos.TROYA
ResponderEliminarYo lo supe solo un día antes, casi no lo cuento (nunca mejor dicho). Besos
ResponderEliminarNo soy fan por purita ignorancia pero sin haber estado allí Ludovico llenó con un recuerdo mi memoria..tu pequeño relato del vaso de almibar..precioso relato para una bella música :) C.
ResponderEliminarUn registro de la propiedad si se acompaña de una pieza de Ludovico puede resultar hasta poético. Mi acierto estuvo en saber maridar el relato, nada más. Bs
ResponderEliminar