Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

martes, 28 de octubre de 2014

¡ADIÓS, CAPITÁN, MI CAPITÁN!


Sé que no llego tarde, profesor Keating, sé que usted está plácidamente con los suyos, con los poetas que dejan que la poesía les arroye por la papada. Soy de los suyos, del carpe diem, soy de los de buscarse a sí mismo, soy de los que creen que la vida puede tener algo de maravillo y único. Soy, señor Keating, -mal que me pese a veces- de los que se ponen encima del pupitre. Porque así es la vida, no hay más opciones, lo aprendí de adolescente asistiendo a sus clases, la vida me iba a dar a elegir entre acabar sentado o subirme encima de la mesa.  
Desde aquí; querido, admirado, tan mío Robin Williams, te recito lo que ahora me cuesta tanto susurrarte desde este mundo de los vivos.

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