Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

sábado, 26 de abril de 2014

PARADOJAS DE LA CADENA TRÓFICA


El amante de los osos se alegra cuando este se come una foca.
El amante de las focas se alegra cuando esta se come un salmón.
El amante de los salmones se alegra cuando este se come gambas.

Lo curioso es que:
el amante –a secas-
se alegra mucho cada vez que devora,
                   pero más incluso cuando es devorado.


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