Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

HISTORIAS DE SU EMINENCIA: EL HERMANO LATINO



Esta mañana, esperando el bus de las 11:00, como siempre en la parada de Su eminencia, lugar famoso por ser un animado punto de encuentro entre meretrices, puteros y chulos; tuve el privilegio de sentirme como una mujer atractiva y seductora, vamos lo que se dice una mujer sacacorchos por aquello de que hace que se retuerzan los cuellos, aunque sólo fuera por el número de miradas masculinas que sobre mi apolíneo cuerpo se posaron en los interminables 17 minutos y 37 segundos de espera. Pero la cosa no quedó ahí. Mientras intentaba poner cara de "esperador de bus" y no de chapero -bien es cierto que aunque quisiera no sabría ponerla-; pues digo, mientras esperaba, oi el claxón de un coche que se había parado a mi altura, yo ante la insitencia miré al conductor y para mi sorpresa tenía delante un hermano latino con rostro de Montezuma que me sonreía con jocoso ademán, quien sabe si creyendo que en Su eminencia habían puesto un nuevo servicio que encajaba más con sus inclinaciones sexuales, o simplemente que con el claxón intentaba llamar la antención de los que por allí pasaban ejecutando el chascarrillo sonoro de "¡anda miren, un chapero!" Yo le miré cuatro segundos: el primer segundo para saber a quien pitaba, el segundo para darme cuenta que el hermano latino me pitaba a mí, el tercero para saber cuáles eran sus intenciones y en el cuarto segundo lo reparti entre reprochar a Hernán Cortés por lo blando que fue en nuestros territorios de ultramar....y en pensar para mis adentros: ¿hermano latino yo que te di cobijo como español, quieres acaso que además te dé agujero?

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