Hace unos días tuve la fortuna de acudir a una función de El Brujo en el Centro cultural Valey [Piedras Blancas (Asturias)]. El título de la obra era Cómico, y divertido fue, e irónico, y sarcástico, y muy, muy inteligente; muy inteligente a la hora de plantear monólogos bajo la excusa de textos de Quevedo, Alberti, Machado y otros genios más.
Me apunto a esta forma de hacer crítica de la realidad que nos toca sufrir que no necesita de la provocación previa, que no recurre a la descalificación sino a ese viejo recurso tan español de la sátira.
Un pasaje de su actuación me inspiró estos versos que comparto con vosotros:
DIVISIÓN AZUL
A El Brujo.
Con lo difícil que fue para mí
aprender a contar.
Y pensar que años más tarde,
tras aquella negra guerra,
me llevaron a dividir el azul,
eliminando rojos.
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