ESTADO DE ALARMA

                                                    

 Este puente de la Constitución se ha convertido por la gracia de los controladores aéreos en una condena para muchos ilusionados viajeros y viajantes. Estos abnegados trabajadores reclaman una mejora de las condiciones de trabajo, teniendo en cuenta que son los que más cobran al año de la UE (200 000 €), haciendo menos horas que los controladores de otros países. Pues estos patricios de la modernidad demandan jubilarse a los 52 años con el salario íntegro y las horas extras incluidas-entre otras ocurrencias. Pero mantengamos la mente fría: todas sus reclamaciones son legítimas, por eso huelga realizar una petición formal de HUELGA -esta huelga no se puede escribir en minúsculas. ¿Para qué hacer una huelga legal ante una situación laboral insostenible de este calado? ¿Cómo el país entero no se solidarizó ante esta esclavitud del siglo XXI? ¿Cómo en una sociedad moderna hemos permitido que estos parias profesionales sufran tal atentado a su dignidad como trabajadores? De ahí que hacer  una huelga ilegal, paralizar el espacio aéreo de un país europeo, provocar pérdidas millonarias a particulares y empresas, dañar la imagen de esta nuestra piel de toro; en conclusión,  secuestrar a un país con todos sus hombres y mujeres dentro -nunca mejor dicho- se queda corto ante tal injusticia laboral. Ahora, si uno lo piensa bien qué podrían llegar a hacer -legítimamente- esos más de 4 millones de parados para hacerse escuchar. En el caso  de que se aplicara la misma solución  que a los controladores; es decir, ser militarizados, creo que más de uno de esos 4 millones de parados estaría encantado. Más vale romper filas que hacer colas.