Hace unos días, cuando vi las imágenes de aquel hombre arrojándose desde la tribuna de espectadores, en el parlamento rumano, no pude por menos que estremecerme. Según supe después, había dicho que se arrojaba desquiciado por una situación económica insoportable que agobiaba a su familia, desde hacia tiempo, acusando a los parlamentarios de robarle el pan de sus hijos. Afortunadamente, Adrián, que era como se llamaba, sobrevivó a la brutal caida.
Lo cierto, es que esa imagen en la que un hombre se deja caer desde lo alto para buscar la muerte como revulsivo moral, como protesta pública me hizo sentirme mínimo, me empequeñeció. No logro encontrar las causas de esa sensación tan personal, pero me sentí inútil ante la castástrofe personal de millones de personas que la crisis empuja a precipitarse por los bordes de la esperanza.
Horas después, los políticos reanudaron la sesión, aunque algunos de ellos no pudieron asistir por la impresión. Se trataba la moción de censura al presidente de gobierno. No podemos dejar pasar la diligencia de estos políticos que ante un asunto tan escabroso son capaces de seguir trabajando , incluso cuando llueven suicidas.
Los políticos, como los banqueros, son aves del subsuelo que esperan que las precios caigan y que los paises se derrumben, o que los ciudadanos les caigan del cielo, siempre y cuando el suelo esté bien duro y se pueda especular con él.
DITREVI:
ResponderEliminarA VECES LA DESESPERACION LLEVA A CALLEJONES SIN SALIDA.ADRIAN NO SUPO DAR MEDIA VUELTA Y NADIE SALIO A SU ENCUENTRO.
MIENTRAS POLITICOS Y BANQUEROS SE APROVECHAN DE LAS MISERIAS HUMANAS.
"QUIEN HA PERDIDO LA ESPERANZA HA PERDIDO TAMBIEN EL MIEDO;TAL SIGNIFICA LA PALABRA DESESPERADO" ( SCHOPENHAUER )
NO DEBERIA HABER CALLEJONES SIN SALIDA, SINO GRANDES AVENIDAS
MUY BIEN TRAIDA ESA CITA DE SCHOPENHAUER. SALUDOS.
ResponderEliminarNo se podría haber expresado mejor.
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