Chico, ese árbol que ves ahí lo traje en este bolsillo...

viernes, 29 de octubre de 2010

PARA LEER MIENTRAS SE ESCUCHA, PARA ESCUCHAR MIENTRAS SE LEE

El gran Blas de Otero nos dejó este canto de paz que percutirá por siempre en la conciencia de los Hombres de bien. Se Sirven estos versos memorables, con una canción a su altura y sentido, de mi querido Mark Knopler (Dire Straits), para leer mientras se escucha,para escuchar mientras se lee.

A LA INMENSA MAYORIA-BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.

1 comentario:

  1. Que gran legado de obras nos dejó Blas, es un verdadero placer ver como nosotros lo seguimos manteniendo vivo. A la inmensa mayoria...

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