No soy ningún cinéfilo experto en tendencias cinematográficas y directores de culto, me olvido de los nombres y de los títulos habitualmente.En conversaciones de café suelo decir eso de: "cómo se llama esa en la que salía...". Consevo sólo películas en mi memoria en forma de escenas, planos, secuencias; siempre que éstas me hayan hecho emocionarme o conmoverme... He llegado a la conclusión que con el paso del tiempo voy montando una única película con escenas y momentos que he contemplado en una pantalla a lo largo de mi vida. Estoy seguro que cuando haya acabado de terminar esa película personal e intrasferible -de la que me acordaré de su director, con el permiso del Alzheimer- muchas de esas escenas serán de trabajos realizados por Kiewsloski y, sin dudarlo, de La Doble Vida de Verónica, una película -como dicen los uruguayos- atrapante.
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